Santa Sangre 14: Hatchet 2006 -- Mister Crowley --

Buenas noches consumidores de basuras infrahumanas, en esta nueva oportunidad se presenta en el blog uno de los pocos personajes del cine de terror contemporáneo que cae simpático a la mayoría. Recargando el Slasher violento y perverso que tanto gusta, el siguiente film finalmente encuentra su espacio. Ajustarse los pantalones con el siguiente largometraje delirante y entrañable en igual proporción...como para ir arrancando abril.

HATCHET (2006)

Hatchet es hilarante, divertida deseas que nunca termine. Su mezcla conjugada entre el terror, la sátira y el homenaje vieja escuela se fusionan tan bien, tan rápido que cuando queres más tenes los créditos finales. Sea desde el asesino de turno, el ambiente donde merodea, su pasado traumático hasta los personajes secundarios tan histrionicos y sobreactuados que disfrutas cada una de sus apariciones. Si bien esperas que mueran de manera horrible, con algunos logras empatizar, pero no hay mierda que valga. Las muertes que lxs acosan son espectaculares, brutales y muy gráficas que hasta el propio Jason miraría con recelo. Creo que ese es el punto más álgido de todo el paquete, a la adrenalina en cada plano donde vemos un brazo volar. No hay respiro que valga. Cuando comprendí el chiste en que reposa la historia, aquella broma intencionalmente de mal gusto la abrace y me reí con ella no de ella. Emula muy bien las bases que tomó prestada, con respeto pero demarcando una singularidad bien orquestada entre la mala leche y el humor negro, muy negro. En eso reside "lo vieja escuela" es un acoplo de la misma pero nunca se plantea de forma forzada, en su propio desarrollo alcanza una esencialidad que muchos otros productos fallaron abismalmente. Por ello Hatchet aguarda en mi un cariño especial, respetó desde sus propias reglas el cine de terror ochentoso, aquel que amo tanto, que ha sabido regalarme (junto a los '70) la edad dorada del género.

Un Fantasma Cabronazo

Si Adam Green quería parir un buen slasher debía tener un factor (EL factor) bien desarrollado, o sea el "caballito de batalla" que cualquier estilo de estas películas debe aguardar: un buen asesino serial. Victor Crowley encarna, sintetiza todo lo que esta bien. Sea desde su estética, movimientos, fuerza bruta cómo historia. El no descuartiza porque sí, hay una causa que lo impulsa, que lo empuja a cometer esos crímenes. Y en ello empatizas porque todxs fuimos Victor Crowley alguna vez en nuestras vidas. Más allá de ello el tipo es muy hijo de puta. Primero arranca la cabeza después grita. No desea nada a cambio, no hay mediación que valga solo quiere vivir en paz. El no te persigue, no te busca, no te aceche, simplemente no entres a su morada, así de fácil.

El lema es simple: "el que ingresa al pantano de Crowly caga fuego" y en esa reticencia gira la historia que nos compete. Contexto: Nueva Orleans, un grupo de turistas son estafados llevados a un pantano del cual su ingreso esta prohibido. En el mismo nació la leyenda local: aquel que ingresa al pantano de Victor Crowley nunca vuelve a salir. Los turistas no tardan en comprobar que la leyenda, de leyenda no tiene nada. Toda la adrenalina que se nos presenta a los 15 minutos se incrementa, el ritmo no decae se desquicia. El morbo de esta historia no reposa en la brutalidad de sus muertes sino en que Adam Green (director) logra alcanzar un humor negro tan grotesco y divertida que allí reside su entretenimiento sopesando los miles de destripamientos, arrancadas de cabezas, empalamientos estomacales y litros de tripas volando por los aires. Entonces a la ecuación básica de todo slasher se le suma ese componente gore muy explícito, manteniendo en equilibrio una historia que a primera vista parece llana siendo en verdad una joya del siglo actual.

Muy buenos efectos técnicos, sobre todo los FXs bien artesanales y logrados a la perfección, nada de esa mierda digital. Se agradece la presencia de Tony Todd, Kane Hodder (que da vida a nuestro morboso Victor Crowley) y el magnífico Robert Englund, ellos son la verdadera VIEJA ESCUELA. Hatchet es una simple y divertida historia de terror, te agrada Crowley porque a pesar de lo insano del personaje los momentos de su aparición (sobre todo en los que pone mano dura) arrancan varias carcajadas, cumpliendo con el propósito argumental de principio a fin: desconectar nuestras neuronas y sumergirnos en un mundo bizarro que solo el cine serie B puede brindarnos. Bien independiente y de escaso presupuesto va a lograr resistir con el paso de los años. Es más, como toda película que medianamente logra solventarse la misma se transformó en una trilogía. Si bien sus secuelas son excelentes manteniendo el traqueteo visceral no hay como la primer entrega. Esta es la carta de presentación de Victor, nos induce a un banquete hilarante donde cada uno de sus pilares son más que justificados. Hatchet aquí donde los fantasmas defienden su propiedad privada, SantaSangre14.

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